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viernes, 28 de diciembre de 2018

El 28 de Diciembre me suena Guido de Arezzo.- SUPLEMENTO

Guido de Arezzo, Guido Aretino, Güido Aretinus o Güido Mónaco (el monje Guido) fue un monje benedictino italiano, teórico musical y figura central de la música de la Edad Media junto con Hucbaldo (840 - ca. 930). Nació en Arezzo (Toscana) en el año 991 o 992. Pasó sus primeros años de estudio en la abadía de Pomposa, en la costa adriática, cerca de Ferrara. Ingresó como maestro en la escuela catedralicia de Arezzo, donde sobresalió en la enseñanza del arte vocal y escribió su tratado principal: Micrologus de disciplina artis musicae. Durante su estancia, se percató de la dificultad para recordar los cantos gregorianos e inventó un método para enseñar a aprenderlos en poco tiempo. Este método pronto se hizo famoso en todo el norte de Italia. Sin embargo, la hostilidad de los monjes del monasterio le obligó a marcharse a Arezzo, ciudad que no contaba con abadía pero tenía abundancia de cantantes con falta de aprendizaje. Entre los años 1040 y 1050 fue prior del monasterio de Pomposa, en el cual había madurado su vocación monástica y había vivido los primeros años como monje. Desde el año 1040 hasta el 1042 vivió en Pomposa con su amigo Pier Damiani, en la casa de los maestros de los monjes y los novicios. En su estancia en Arezzo desarrolló nuevas técnicas de enseñanza, como son el uso del tetragrama (pauta musical de cuatro líneas precursora del pentagrama) y el de la escala diatónica. Perfeccionó la escritura musical con la incorporación definitiva de líneas horizontales para fijar alturas de sonido, sistema parecido al actual, y acabando con la notación neumática. Es también el responsable de los nombres de las notas musicales. En la Edad Media, las notas se denominaban por medio de las primeras letras del alfabeto A, B, C, D, E, F y G (comenzando por A: la nota la). En aquella época, solía cantarse un himno a san Juan el Bautista conocido como Ut queant laxis y atribuido a Pablo el Diácono, himno que tenía la particularidad de que cada frase musical empezaba con una nota superior a aquella con la que empezaba la que la precedía inmediatamente. Guido empleó la primera sílaba de cada frase de este himno para identificar la notas que con ella se entonaba. El texto en latín de ese himno reza así:
Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes.
Y de las primeras sílabas derivan los nombres de las notas, salvo la primera Ut, que Giovanni Battista Doni la transformó en Do
Y es ese himno que dio nombre a las notas el que suena hoy: Ut Queant Laxis



Textos extractados parcialmente de Wikipedia.
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