Vincenzo Bello. Tenor italiano de renombre internacional. Un día tuvo un encuentro fortuito y afortunado con un señor que se le presentó como Talent Scout de jóvenes talentos y Maestro preparatorio de cantantes de ópera. Ese encuentro con Vincenzo literalmente cambió su vida. Durante una conversación cordial, después de haberlo invitado a cantar algo, para darse cuenta del timbre y potencial de su voz, ese señor le propuso, a cambio de considerables sacrificios, el estudio de la música, el canto y una carrera como tenor. Como se trataba de dar rienda suelta a la verdadera pasión de su vida, aceptó el desafío y comenzó a estudiar bajo la guía ilustrada de un maestro especializado, quien lo obligó a ir a Vittorio Veneto por la tarde después del trabajo en la fábrica varias veces por semana para recibir sus lecciones de canto. Tan pronto como estuvo listo, su espléndida carrera comenzó en el Teatro Comunale di Treviso durante el 7º concurso “Toti Dal Monte” en 1975 donde ganó el papel de Manrico del “Trovatore”. Una carrera deslumbrante que lo llevó de inmediato a actuar en los teatros italianos más prestigiosos como el Regio de Parma y la Scala de Milán, la Arena de Verona, el Massimo de Palermo, pero también del mundo como el Metropolitan de New York, Lisboa y Macao. Sus esfuerzos fueron correspondidos con enormes satisfacciones y los logros terminaron con verdaderos triunfos que le permitieron seguir una carrera rápida, larga y espléndida desde el punto de vista del éxito. Las numerosas giras por Latinoamérica y también en los Estados Unidos de América han quedado irrepetibles en su palmarés.
Hoy me suena, de Verdi, Rigoletto, La donna è mobile.
Textos extractados parcialmente de ilnuovoterraglio.it
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