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miércoles, 1 de noviembre de 2023

El 1 de noviembre me suena Elvira de Amaya.

E
lvira de Amaya
(Fréscano, 1904-Guadalajara, octubre de 1973) fue una cupletista y actriz española.
Nació con el nombre de Elvira López Domínguez. Inició su pasión por el canto en la casa de un conocido, en la que se reunía con sus amigas para cantar. A pesar de la oposición cerril de su padre, a principios de 1923 se fue a Madrid con su tía, sin que el resto de la familia lo supiese. Con cinco trajes y algunos cuplés aprendidos, debutó en el Teatro Romea, sin cobrar. Tuvo tal éxito que el teatro la contrató por diez días, que no pudo acabar puesto que su padre se presentó un día en el camerino y se la llevó de vuelta a Zaragoza.
Volvió a Madrid al año siguiente, debutando el 12 de enero de 1924 en el Teatro Novedades, pasando luego al Teatro de la Zarzuela como parte de una revista, al Romea, donde consiguió el estrellato, y, tras unos meses de estudio para mejorar su voz, debutó el 4 de diciembre de 1924 en el Edén Concert de Barcelona. A principios de 1925 debutó en el Teatro Eldorado de Barcelona, el mejor del país, consagrándose definitivamente.
Viajó a Buenos Aires con el maestro Codoñer, donde permanecieron varios años, recorriendo los teatros de América Latina. Era la época dorada del tango, que incluyó en su repertorio. En la temporada 1932-1933 volvió a Barcelona, al Teatro Victoria, donde tuvo un gran éxito con sus tangos, género que habían popularizado anteriormente en la ciudad artistas de la talla de Carlos Gardel, Francisco Canaro y Azucena Maizani. Se mantuvo alguna temporada más, para desaparecer del panorama musical.
De Amaya debutó tarde, por lo que tuvo que adaptar su repertorio a los cambiantes gustos. A pesar estrenar cuplés tan famosos como La chica del 17, más que una cupletista, fue una «cantante popular», acercándose a lo que más tarde se conocería como «cantante ligera». Poco a poco se alejó del cuplé para incluir canciones de gusto más regional y castizo, como tonadillas o tangos. Admiradora de Amalia de Isaura y sobre todo de Raquel Meller, tenía voz bien timbrada y agradable. De gran belleza —de grandes ojos claros, rubia, figura escultural— se convirtió en una de las canzonetistas de más éxito de la época.
Hoy me suena La aprendiza y Modas.

Textos extractados parcialmente de Wikipedia.
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