Esta es una bella canción que me encanta. Habla de un árbol marcado en su tronco, que pregunta qué se ha hecho de su generoso don. 
En el tronco del árbol de la vida, hace hoy ochenta y tres años que se grabó mi nombre; aunque sé que yo no lo hice y que no fue con placer, sino con dolor de mi madre, dolor del que ninguno de nosotros fuimos conscientes al llegar aquí, al recibir esa flor que es la vida. 
Por todo eso, siempre me pregunto, qué de positivo saco de aquél dolor, si estoy cuidando ese don que recibí del árbol de la vida y qué hago con su aroma, si transmito algo de lo recibido o dejo que se agoste en mi. 
Espero poder seguir unos años más dedicando gratuitamente a los demás, algo del tiempo recibido, también gratuitamente, y no merecido. Porque sólo se merece aquello que se consigue por el propio esfuerzo y no lo que te viene dado, eso se agradece.
Pues este es mi día, hoy cumplo años, pero no espero que me feliciten, sino contactar con todos y sentir esa sintonía. Es lo que intento cada día con músicas, cuentos y otras cosillas. 
Y agradezco a todos los que hoy os acordaréis de mi. Sabéis que yo cada día me acuerdo de todos y de vuestros días especiales, si los conozco. Gracias y un abrazo.
Y AHORA UN POCO DE HUMOR, que nunca falte (y ya me conocéis). Imaginad que la niña de la canción no se llamaba Eva, Ana, Mar... sino Cunegunda, Petronila, Edelmira, Florencia, Dorotea... ¡Pobre árbol!

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se admiten comentarios incluso anónimamente. Lo único es que no se publicarán hasta su filtrado para evitar cosas indeseables para todos.