Archivo del blog

sábado, 10 de diciembre de 2016

El 10 de Diciembre me suena César Franck


También en este día podrían sonar aquí: Ana Gabriel, Fernando Garcia Morcillo+, Giulio Caccini+, Jascha Heifetz+, Leigh Harline+, Morton Gould, Olivier Messiaen, Otis Redding+, Sarah Chang, Slam Stewart+, Tarquino Merula+. Y alguna vez lo harán
----------------------------

El 10 de Diciembre de 1822 nace César-Auguste-Jean-Guillaume-Hubert Franck (conocido como César Franck) en Lieja. Compositor y organista francés de origen belga. Entró a temprana edad en el Conservatorio de Lieja, asistiendo a las clases de piano de Jahleau y a las de solfeo de Duguet. Sus progresos eran rápidos gracias a su sorprendente memoria, a un oído muy fino y a unos dedos largos y afilados que abarcaban sin dificultad los acordes más amplios. En 1833, inició estudios de armonía con Daussoigne. Al año siguiente, su padre logró que tocara (teniendo sólo doce años de edad) ante el rey Leopoldo I de Bélgica. Trasladados a París, el conservatorio de esta ciudad no permitía el acceso de extranjeros, por lo que tuvo que solicitar la nacionalidad francesa. Durante la espera, estuvo bajo la tutela de dos excelentes profesores, Zimmermann y Reicha, los cuales le auguraron un gran futuro. Obtenida la nacionalidad, César ingresó en el Conservatorio de París a los catorce años. Concienzudo y minucioso, supo obtener un galardón cada año. Los éxitos le abrieron nuevos horizontes, permitiéndole dar nuevos conciertos. En 1858 Franck se convierte en organista de la iglesia de Sainte-Clotilde, dotada también de un magnífico Cavaillé-Coll. Franck se sentaría ante este instrumento excepcional hasta el fin de sus días. En él interpretaría, el 17 de noviembre de 1864, su compendio de Seis piezas para órgano, obra que significó el despertar de la música organística en Francia. Poco a poco, el nombre de César Franck comienza a renacer, abriéndose para él las puertas de las salas de conciertos y las de las iglesias en las inauguraciones de órganos nuevos. El notable cambio culmina en 1872, fecha en que es nombrado profesor de órgano en el Conservatorio. Una acontecimiento que, al fin, le asegura un salario digno y le permite recobrarse de los malos momentos de la guerra franco-prusiana, en los que había perdido a la mayor parte de sus alumnos. Se inicia entonces el período en que ven la luz sus grandes obras maestras. Si su oratorio Les béatitudes le había ocupado diez años (1868-78), en esta nueva época logra concluir cada verano una composición magistral. Animado de verdadera fiebre creadora, Franck parece querer recuperar el tiempo perdido. Un estado de ánimo que es, sin duda, estimulado por el contacto constante con sus alumnos –Vincent d'Indy, Henri Duparc, Ernest Chausson, Bréville…–, miembros de lo que algunos llamaron despectivamente la «banda de Franck». Dejó una gran obra para órgano y piano, con más de setenta obras, pero tambén compuso música orquestal, vocal, coral, una cantata y seis óperas.
Hoy vamos a escuchar, en la voz de Elina Granca, una obra sencilla y grandiosa en su sencillez: Panis angelicus