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martes, 13 de agosto de 2019

El 13 de agosto me suena Julián Aguirre

Ya sonaron aquí en este mismo día: 
En 2016: 
En 2017: 
En 2018: 

También en este día podrían sonar aquí: Antoine Dard+, Anton Nanut, Antonio Badu, Cesar Costa, Fernand de la Tombelle+, Francisco Escudero García de Goizueta, Frans Bruggen+, Hans von Benda+, James Morrison, John Ireland, Joni Sledge, Jorge Cardoso, Kathleen Battle, King Curtis+, Leonard Hokanson, Les Paul+, Louis Fremaux, Mª Rosa Gil Bosque, Martyn Brabbins, Mike Marsh, Paul Hillemacher+, Pedro Aizpurua Zalacain+, Ramon Araujo, Tiziana Rivale, Wolfgang Meyer. Y alguna vez lo harán.

El 13 de agosto de 1924 muere Julián Antonio Tomás Aguirre en Buenos Aires. Compositor argentino cuya creación musical sintetizó las formas tradicionales del folclore argentino y la música culta. Fue fundador de la sección de música del Ateneo y del Comité Nacional de Bellas Artes. De niño se trasladó con su familia a Madrid, donde estudió piano, armonía y contrapunto en el Conservatorio Real de Madrid, siendo discípulo de Emilio Arrieta y Carlos Beck. Más tarde recibió formación complementaria en París. Posteriormente ejerció la docencia en su ciudad natal, donde en 1916 fundó la Escuela Argentina de Música. Su labor pedagógica como crítico musical en diversas publicaciones argentinas del momento resultó, asimismo, particularmente relevante. Fue el primer compositor argentino que buscó inspiración en la música vernácula, desprendiéndose de las formas técnicas impuestas por el verismo y el wagnerismo en boga, aunque sin librarse totalmente de la influencia romántica de España. Su condición y su preferencia por explorar la intimidad lo condujeron imperceptiblemente al género de cámara. Una ley nacional del año 1926 dispuso erigir un monumento en su memoria en El Rosedal del Parque Tres de Febrero de Buenos Aires, un busto de bronce que fue costeado por suscripción pública e inaugurado en 1934. En el año 1960 se designa al Conservatorio oficial de la localidad de Banfield, fundado por Alberto Ginastera en 1951, con el nombre de Julián Aguirre, a fin de rendir homenaje a la memoria del ilustre compositor argentino. La obra de Aguirre incluyó tanto piezas para piano y composiciones de cámara - en las que se reflejaba la influencia de la música francesa - como versiones orquestales de temas criollos, que sometió a una profunda depuración estilística.
Me suena hoy Huella.




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