Archivo del blog

viernes, 20 de septiembre de 2019

El 20 de septiembre me suena Pablo de Sarasate

Ya sonaron aquí en este mismo día: 
En 2016: 
En 2017: 
En 2018: 

También en este día podrían sonar aquí: Armand Marsick, Eddie Bo, Francesc Bonastre i Bertran+, Ildebrando Pizzetti, Jean-Marie Londeix, Jean Sibelius+, Jim Croce+, John Dankworth, Jouvert de Carvalho+, Kathryn Selby, Leo Rowsome+, Nils Frahm, Patrizio Buanne, Paul Weston+, Pericón de Cádiz, Peter White, Siegfried Behrend+, Steve Coleman, Uuno Klami, Waldir Azevedo+. Y alguna vez lo harán.

El 20 de septiembre de 1908 muere Martín Melitón Pablo de Sarasate y Navascués, conocido como Pablo de Sarasate, en Biarriz, Francia. Violinista y compositor español nacido en Pamplona. Hijo del músico militar Miguel Sarasate Juanena. Niño precoz e hijo de padres conscientes del futuro de su hijo, tomó lecciones de violín, con la edad de siete años en La Coruña estudió en el conservatorio de Santiago de Compostela entre 1846 y 1849 con José Courtier, primer violín de la catedral y profesor de la Escuela de Música del conservatorio. En 1852 se trasladó a Pontevedra, donde continuó sus estudios musicales con el músico local Urbano Casasvellas. Era asiduo de los ensayos de la banda del Regimiento Aragón, que dirigía su padre. La Condesa de Espoz y Mina le concedió una pensión para estudiar en Madrid. Una vez en la capital de España, la reina Isabel II le concedió una beca para ampliar sus estudios en París, a donde se trasladó en 1856, y allí ingresó en el Conservatorio de París bajo la tutela de Jean-Delfin Alard. En 1857, obtuvo el Premio de Violín del Conservatorio de París y dos años después comenzó su carrera dando conciertos, lo que lo llevó por toda Europa y América. Ganó premios, destacó en sus lecciones y en seguida fue premiado y reconocido como el gran concertista que era. El rápido éxito que obtuvo como ejecutante le hizo abandonar sus estudios de armonía y composición. Viajó por toda Europa dando conciertos. También fueron frecuentes sus desplazamientos a América del Norte y Sudamérica. Según la prensa de la época, sus conciertos y recitales fueron memorables. Fue poseedor de dos violines Stradivarius, uno regalado por la reina Isabel II de España y adquirido a Jean Baptiste Vuillaume y otro comprado a Gand y Bernardel. Le fueron dedicadas numerosas obras de importantes compositores contemporáneos, como la Sinfonía española de Édouard Lalo, el Concierto n.º 3 para violín y orquesta al igual que Introducción y rondó caprichoso op. 28 de Camille Saint-Saëns y muchas otras importantes joyas del repertorio del instrumento. Su actividad como compositor escapa a la leyenda, puesto que hoy en día sus obras están a disposición de todos quienes lo deseen. Por el grado de dificultad técnica de las piezas de su catálogo, se adivina que los elogios debieron de ser sinceros, ya que no habría compuesto lo que él mismo no se hubiera atrevido a tocar con propiedad y brillantez. Una constante en sus obras es la presencia del folklore español, destacando las jotas navarras y zorcicos vascos como punto de partida y como principal elemento rítmico y melódico. Entre sus obras más populares figuran la Fantasía sobre Carmen de Bizet, opus 25; los Aires gitanos, opus 20, y una serie de piezas con fuerte inspiración folclórica española, como la Malagueña n.º 1 opus 21, la Habanera n.º 2 opus 21, la Romanza andaluza opus 22, el Zapateado opus 23 y el Capricho vasco, opus 24.
Hoy nos va a sonar el Zapateado.



Textos extractados parcialmente de Wikipedia.
Para ver la totalidad del contenido entrar en: