El 9 de abril nos suena Alessandro Poglietti que nació a principios del siglo XVII y murió en un día de julio de 1683 en Viena. Organista barroco y compositor de origen desconocido. En la segunda mitad del siglo XVII se estableció en Viena, donde alcanzó una reputación muy alta, convirtiéndose en uno de los compositores favoritos de Leopoldo I. Ocupó el cargo de organista de la corte durante 22 años. Es principalmente importante por su música de teclado , especialmente Rossignolo, una colección de diversas piezas para clavecín que incluye un gran número de imitaciones de sonidos naturales, y una colección de 12 ricercares , que fue ampliamente copiado durante su vida. No se sabe nada de los orígenes de Poglietti ni de su juventud. Toscana y Bohemia se han sugerido como su lugar de nacimiento posible. El Emperador (que también era compositor) era particularmente admirador de Poglietti, y le otorgó un título nobiliario, y también fue favorecido por el Papa, que le hizo caballero de la segunda Orden más alta de las Órdenes Papales de la Caballería. Junto con Johann Kaspar Kerll, representa el período de transición entre la época de Frescobaldi y el período barroco tardío.
Hoy sonará uno de esos temas de clavecín: Imitation of the Nightingale (imitacion al ruiseñor)
También en este día podrían sonar aquí: Angel Rubio Lainez+, Carl Perkins, Johann Kaspar Kerll, José Guardiola+, Joseph Hellmesberger, Natalie Dessay. Y alguna vez lo harán
El 9 de Abril de 1908 nace Antonietta Paule Pepin Fitzpatrick (apodada Nenette) en San Pedro y Miquelón (territorio francés de ultramar ubicado en la costa atlántica de Canadá). Compositora, pianista y letrista francesa, esposa del cantautor argentino Atahualpa Yupanqui. Por nacer en una colonia del Imperio francés, Nenette tuvo toda la vida la ciudadanía francesa. En su infancia, durante la Primera guerra mundial se mudó a Francia. Al terminar sus estudios secundarios se embarcó junto a una compañía de danza rumbo a Buenos Aires. Allí conoció a quien sería su primer esposo, y se quedó a vivir en Argentina. Prosiguió sus estudios de piano, ya avanzados, en el Conservatorio Nacional de Música. Estudió también con la investigadora folclórica Isabel Aretz. Viajaba frecuentemente a ciudades importantes de Argentina para presentarse como concertista de piano de música clásica. En 1942 llegó a Tucumán, donde después de un concierto fue llevada por los organizadores a escuchar música folklórica del norte argentino. Así conoció al cantautor argentino Atahualpa Yupanqui. Nenette abandonó su carrera de pianista y se puso al servicio de la obra de su marido. En tiempo de las persecuciones a las que fue sometido Yupanqui, Nenette se dedicó a su hijo y a componer canciones junto a él. Fue autora de algunos de los temas más conocidos de Yupanqui que, dada la tradición machista de la época, debieron ser publicados bajo el seudónimo de Pablo del Cerro. Eligió ese seudónimo por su nombre (Paule) y por su lugar amado, Cerro Colorado (en la provincia de Córdoba). Nacieron al piano las melodías de Luna tucumana, El alazán, Indiecito dormido, Chacarera de las piedras, Vidalita tucumana, Zamba del otoño y tantas otras que hoy son famosas en el mundo.
En 1961 regresó a Francia durante unas vacaciones con su hijo. Luego, cuando Yupanqui empezó a viajar con frecuencia al exterior, lo acompañaba hasta París y allí lo aguardaba en un departamento pequeño que habían alquilado. A pesar de ser una de las compositoras más importantes de Argentina, nunca renunció a su nacionalidad francesa. Se encuentran registradas 65 canciones a su nombre, la mayoría de ellas junto a Atahualpa Yupanqui, pero no todas, ya que algunas fueron solo de su autoría.
Entre las canciones que escribió junto a Atahualpa Yupanqui se encuentran: Chacarera de las piedras, Don Emiliano, El arriero va, Guitarra dímelo tú o Guitarra mía, Melodía del adiós, Zamba soñadora y Zambita del buen amor.
Hoy escucharemos una de esas obras que todos creíamos obra solo de Yupanqui que es, nada más y nada menos que, Guitarra dímelo tú. Ella la escribió en colaboración con él y, cantada por su marido, se dio a conocer y alcanzar el éxito.
Y también escucharemos la chacarera santiagueña Don Emiliano que publicó bajo el seudónimo de Pablo del Cerro
